Cuando acudimos a "su salón", nos encontramos con un bufón muy simpático, que nos estuvo contando cosas acerca de los castillos y de su trabajo. También nos hizo malabares y aunque era un poco torpe, consiguió que nos riéramos mucho.
Vino para avisarnos que íbamos a descubrir cosas interesantes sobre la vida en los castillos y que nos iba a acompañar durante toda esta cruzada. Nos lo pasamos muy bien con él, y esperamos que vuelva pronto a visitarnos.